domingo, diciembre 30, 2007

A QUIEN ESCOGERÍAS?


Una mujer salió de su casa y vio a tres viejos de largas barbas sentados frente a su jardín.

Ella no los conocía y les dijo: No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor entren a mi casa para que coman algo.

Ellos preguntaron:

-¿Está el hombre de la casa?

-No, respondió ella, no está.

-Entonces no podemos entrar, dijeron ellos.

Al atardecer, cuando el marido llegó, ella le contó lo sucedido.

-¡Entonces diles que ya llegué invítalos a pasar! .

La mujer salió a invitar a los hombres a pasar a su casa.

-No podemos entrar a una casa los tres juntos, explicaron los viejitos.

-¿Por qué?, quiso saber ella.

Uno de los hombres apuntó hacia otro de sus amigos y explicó: Su nombre es Riqueza. Luego indicó hacia el otro. Su nombre es Éxito y yo me llamo Amor.

Ahora ve adentro y decidan con tu marido a cuál de nosotros 3 desean invitar a vuestra casa.

La mujer entró a su casa y le contó a su marido lo que ellos le dijeron. El hombre se puso feliz: ¡Qué bueno! Y ya que así es el asunto entonces invitemos a Riqueza, que entre y llene nuestra casa.

Su esposa no estuvo de acuerdo: Querido, ¿porqué no invitamos a Éxito?

La hija del matrimonio estaba escuchando desde la otra esquina de la casa y vino corriendo. ¿No sería mejor invitar a Amor? Nuestro hogar estaría entonces lleno de amor.

Hagamos caso del consejo de nuestra hija, dijo el esposo a su mujer. Ve afuera e invita a Amor a que sea nuestro huésped.

La esposa salió y les preguntó ¿Cuál de ustedes es Amor? Por favor que venga y que sea nuestro invitado.

Amor se puso de pie y comenzó a caminar hacia la casa. Los otros 2 también se levantaron y le siguieron.

Sorprendida, la dama les preguntó a Riqueza y a Exito: Yo invité sólo a Amor ¿porqué Uds. también vienen?.

Los viejos respondieron juntos:

-Si hubieras invitado a Riqueza o a Éxito los otros 2 habrían permanecido afuera, pero ya que invitaste a Amor, donde vaya él, nosotros vamos con él.

Donde quiera que hay amor, hay también riqueza y éxito.

MI DESEO PARA TI ES. . .

Donde haya dolor, te deseo paz y misericordia.

Donde hay falta de fe en tí mismo, te deseo una confianza renovada en tu capacidad para superarla.

Donde haya temor, te deseo amor y valor.

MIL BENDICIONES

Mi sabia amiga Rocío me lo envío y quise compartirlo....

martes, diciembre 18, 2007

Felices fiestas...


Que el espíritu de la Navidad perdure para construir juntos el mundo que queremos.

Diciembre 2007

Susana Gonzalez


jueves, diciembre 13, 2007

Si has terminado una mala relación o un mal matrimonio y todavía no lo has superado, existe una técnica que puedes usar para liberarte por completo de la situación.

Tiene un nombre muy sencillo, se llama la técnica de la «carta». Se enseña ahora en varios lugares y es increíblemente eficaz y liberadora.

Lo primero que tienes que hacer es sentarte y escribirle una carta a la persona en cuestión. Esta carta consta de tres partes, que tú puedes hacerlas lo cortas o largas que desees.

En la primera parte admite que aceptas la responsabilidad de la relación, que fuiste tú el que te metiste en ella y que no tienes nada que exponer en tu descargo. Evita mencionar la poca culpa que tuviste en el asunto y lo apesadumbrado que estás por lo ocurrido en el pasado.

En la segunda parte de la carta le expresas tu perdón a la otra persona por todo lo que ella te hizo y que te hirió de alguna forma. A veces resulta bien especificar todas las cosas por las que tienes que perdonar.

Termina la última parte de la carta deseándole todo lo mejor al destinatario o la destinataria de la misma. Una vez firmada, coge la carta, la metes en un sobre y escribe en él la dirección correcta, le pones el franqueo necesario y la envías metiéndola en el primer buzón que encuentres.

En el instante en que dejas caer la carta en el buzón y la consideras ya irrecuperable, sentirás una sensación de libertad y regocijo que no te puedes imaginar. En esos momentos, la relación estará acabada y podrás reemprender tu vida sentimental. Sin embargo, hasta que esto no llega permaneces atrapado en las arenas movedizas del rencor y el odio no resueltos que acompañan a toda relación romántica que deja de funcionar. Tienes que perdonarte también a ti mismo por todas las cosas estúpidas y dañinas que has hecho. Ten presente que no eres perfecto; tú también cometes errores. Has dicho y hecho muchas cosas disparatadas en tu época de crecimiento y maduración. Si las tuvieses que hacer de nuevo, las harías de forma diferente. Pero tener remordimientos y lamentarse de pasados desatinos no sirve para nada. Además, denota un carácter débil. El remordimiento se usa a menudo como pretexto para estancarse y no seguir adelante. Todo hombre o mujer inteligente y maduro han cometido fallos tontos y gratuitos. Así es como se aprende y se madura. Así que tienes que perdonarte todas tus torpezas.

El perdón es la llave del reino del desarrollo mental y espiritual. Cuando te esfuerzas por ser una persona indulgente, estás tratando de emular los mejores rasgos del carácter de los más grandes hombres y mujeres que han pisado este mundo. Te estás colocando en el coro de los ángeles!!. Con el acto de perdonar se pone en marcha el proceso de borrar todo residuo acumulado de culpabilidad, odio y rencor que engendra sentimientos negativos en tu subconsciente. La práctica regular de perdonar voluntariamente a todo el mundo por todo lo que haga, te convierte en un ser humano más calmoso, amable, indulgente y optimista. Todo un nuevo sendero se abrirá ante ti desde el instante en que perdones y olvides. El perdón es la llave que te abrirá el reino de la paz interior, que es lo más importante y a lo que más puedes aspirar.

-Brian Tracy