miércoles, octubre 29, 2008


Desde el momento de tu nacimiento, tú y tus amados hermanos emprendisteis una gran aventura hacia el entendimiento emocional de todo el pensamiento; pensamiento a pensamiento. Tu alma fue creada para almacenar la emoción de cada pensamiento
-cada dimensión de Dios- que aceptaste a través del Dios o espíritu de tu ser. Cada pensamiento que aceptaste y sentiste en tu alma, pero que aún tengas que entender completamente, tu alma te presionará a experimentarlo.
¿Para qué? Para obtener el entendimiento emocional completo de todos los aspectos de ese pensamiento,visto sólo a través de la virtud de la experiencia,que es la virtud llamada vida.

Has sido impulsado a lo largo de la eternidad a evolucionar y a extender la vida hasta la creatividad, y a experimentar cada manifestación de esa creatividad, desde el pensamiento hasta la luz, hasta la materia, hasta la forma y otra vez de vuelta hasta el pensamiento; desde el amor y la alegría, hasta la envidia, el odio y la tristeza, y de nuevo a la alegría. Tu alma te ha impulsado de experiencia en experiencia, de aventura en aventura, para poder realizarse a sí misma con el entendimiento completo de cada forma de pensamiento -cada actitud, cada emoción-para que así puedas conocer y entender la totalidad del pensamiento, que es la totalidad de Dios, la totalidad del Yo.
(...)
El fracaso es una realidad sólo para aquellos que creen en él. Pero nadie realmente fracasa en la vida. Jamás. A pesar de cada cosa que hayas hecho, ya sea miserable, despreciable o a escondidas -que realmente no lo es-, sigues vivo, y eso es algo milagroso.
Fracasar significaría detenerse, sin embargo, nada puede parar, porque la vida es siempre continua; avanza a cada momento. Por eso, nunca puedes permanecer estancado o retroceder en la vida, ya que cada momento de la expansión continua de la vida siempre trae más y mayor entendimiento.

Tú nunca has fracasado. Siempre has aprendido. ¿Cómo podrías saber lo que es la felicidad si nunca has sido infeliz? ¿Cómo sabes cuál es tu meta sino una vez que la alcanzaste y te diste cuenta de que era un color diferente del que habías imaginado?

Tú nunca has cometido ningún error. Jamás. Nunca has hecho nada malo. De qué te sientes culpable? Todas tus equivocaciones, tus fracasos y tus errores son lo que se llama, apropiadamente, «pasos hacia Dios», paso a paso. Y sólo has llegado a saber todo lo que ahora sabes a través de haber dado todos los pasos.

Nunca te sientas culpable de aprender. Nunca te sientas culpable de saber. Eso se llama iluminación. Debes entender que has hecho lo que necesitabas hacer; todo fue necesario. Y tomaste todas las decisiones acertadas, todas. Tú vivirás mañana y también el bendito día que le seguirá, y todos los siguientes. Y lo que descubrirás en esos días es que sabes más de lo que sabes hoy. Sin embargo, el día de hoy no es un error; te guiará hasta la eternidad.

Tú tienes la opción de crear tu sueño de cualquier manera que elijas.

Ramtha

lunes, octubre 20, 2008

La vida no es esperar a que la tormenta pase...

ni es abrir el paraguas para que todo resbale......



Es aprender a bailar bajo la lluvia.

lunes, octubre 06, 2008

Del otro lado

Estás muy cansad@. Tus fuerzas tambalean.

Las dudas te acechan, al punto de descreer de tu misión.

Se anuncia la llegada de un nuevo reino, tendrías que estar celebrando pero en tu rostro hay más lágrimas que sonrisas. La pesadez se adueñó de tu cuerpo. La energía vital parece haberte abandonado. Seguis dando pasos sólo por amor a la luz.

Tu corazón no se entrega. Sé que estás necesitando una cuota extra de esperanza, por eso te escribo.

Co-creamos este instante. Nuestras almas programaron, del otro lado de la línea del olvido, esta particular forma de volvernos a encontrar.

Ninguno de l@s dos previó la importancia de este encuentro. Nos reímos a carcajadas cuando, segundos antes de encarnar, nos pidieron que incluyéramos esta cita para infundirnos ánimo. No la creíamos necesaria. Consideramos que nuestros espíritus experimentarían la densidad de la materia, pero no olvidaríamos nuestra verdadera esencia.

Al vernos tan confundidos, hoy un ángel se apiadó y me recordó al oído sobre la posibilidad de este encuentro.

No importa si no crees lo que te digo, sólo necesito que me escuches.

No puedo verte pero sí sentirte. Estás extenuada. Sentis como si remaras contra la corriente. Una catarata de estupidez humana golpea sobre tus espaldas y te impide avanzar. Te cuesta aceptar que la gran mayoría de las personas se sientan cómodas viviendo en la inconsciencia y la insensibilidad. Ellos no te comprenden.

Se muestran tan seguros con sus pseudo verdades que a veces pensas que, tal vez, la equivocada sos vos.

Es cierto que tu cuerpo siente el cansancio por tanto peregrinar pero lo importante es que tu llama interior se mantiene viva. Eso es lo que cuenta. Eso es lo que marca la diferencia. Esparci tu amor por la vida. Continua ayudando. Segui sembrando. La bandera de la esperanza tiene que seguir flameando, no la pueden derribar.

Que hoy tu pecho se infle de nuevo para gritarle al mundo que, a pesar de todo, se puede.

Se puede.

Sé que cada día tenes que juntar coraje para seguir sobreviviendo. Es comprensible que te duela el corazón. No es fácil moverse en medio de tanta violencia sin sentido. De todos modos seguis y seguis.

Valoro tu constancia, siempre fuiste de l@s que nunca se entregan. Tu pasión no se apagará jamás. Conozco tu espíritu.

Acaso crees que mi realidad es diferente a la tuya?

Al escribirte también me escribo.

El ángel me ayudó a recordar.

Ambos sabemos que estamos dispuestos a dar nuestro cien por cien para ayudar a transformar la realidad.

Cada vez somos más. Ánimo.

Tu vibración hace que también otros se pongan de pie.

A lo lejos veo que se ilumina otra parte del camino. Debes ser vos, etern@ amig@, que ya terminaste de leer este mensaje

y sentis que tu corazón estalla de felicidad, al igual que el mío, por reencontrarnos aunque sea de este modo.

Gracias por estar, por seguir y por no bajar los brazos.

Nos vemos del otro lado de la línea del olvido.

PAGANO, Julio Andrés (Autor Argentino)